Felices los normales, esos seres extraños,
Los que no tuvieron una madre loca, un padre borracho, un hijo delincuente,
Una casa en ninguna parte, una enfermedad desconocida,
Los que no han sido calcinados por un amor devorante,
Los que vivieron los diecisiete rostros de la sonrisa y un poco más,
Los llenos de zapatos, los arcángeles con sombreros,
Los satisfechos, los gordos, los lindos,
Los rintintín y sus secuaces, los que cómo no, por aquí,
Los que ganan, los que son queridos hasta la empuñadura,
Los flautistas acompañados por ratones,
Los vendedores y sus compradores,
Los caballeros ligeramente sobrehumanos,
Los hombres vestidos de truenos y las mujeres de relámpagos,
Los delicados, los sensatos, los finos,
Los amables, los dulces, los comestibles y los bebestibles.
Felices las aves, el estiércol, las piedras.
Pero que den paso a los que hacen los mundos y los sueños,
Las ilusiones, las sinfonías, las palabras que nos desbaratan
Y nos construyen, los más locos que sus madres, los más borrachos
Que sus padres y más delincuentes que sus hijos
Y más devorados por amores calcinantes.
Que les dejen su sitio en el infierno, y basta.
Todas mis peliculas favoritas, yo las considero desconocidas pero excelentes que no puedo con mi genio para reservarmelas y tengo la necesidad de publicarlas en cada muro que me cruce por la vida. Hice este blog hace un tiempo, para archivar todas estas obras maestras que la vida me puso en frente.
miércoles, 20 de julio de 2016
domingo, 17 de julio de 2016
Noche con Jess. Sabado 16 de Julio
Quemabamos nuestras noches con cigarrillos y cerveza.
En nuestras ondas que venian como un huracan de las almas de todas las que ya pensaron en amor.
Nos moriamos en cada palabra, en cada silencio. Nos reiamos de esa muerte con nuestra marihuana en la boca.
Hablando por los que nunca sintieron lo que es sentir, por los que nunca tuvieron el coraje de sentir las nubes de los dias grises.
Soñabamos un mundo perfecto. Lo armabamos a nuestra preferencia, y dormiamos sonriendo.
En la distopia de lo que es vivir soñando siempre por una mañana que nunca llega y quizas no estabamos solas pero ese sentimiento era lo unico que podiamos abrazar.
En nuestras ondas que venian como un huracan de las almas de todas las que ya pensaron en amor.
Nos moriamos en cada palabra, en cada silencio. Nos reiamos de esa muerte con nuestra marihuana en la boca.
Hablando por los que nunca sintieron lo que es sentir, por los que nunca tuvieron el coraje de sentir las nubes de los dias grises.
Soñabamos un mundo perfecto. Lo armabamos a nuestra preferencia, y dormiamos sonriendo.
En la distopia de lo que es vivir soñando siempre por una mañana que nunca llega y quizas no estabamos solas pero ese sentimiento era lo unico que podiamos abrazar.
sábado, 16 de julio de 2016
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